22 de diciembre de 2011

Porque 17 años son muchas personas.

Bon Jovi acaba de aparecer en el Mp4 con su Have a nice day y me doy cuenta de que estamos a...¿22 de Diciembre?
Como pasa el tiempo si parece mentira que hace seis meses todo comenzara.
2011.


Todos los años nos esforzamos por recordar que momentos han sido los que hay que recordar y cuales los que es mejor mandarlos a la papelera de reciclaje. Todos los años valoramos si ha sido nuestro año o no y todos los años comenzamos el día 1 haciendo propósitos nuevos que por a o por b cumplimos una tercera parte.
Yo soy de las que les gusta aprovechar cada segundo sin perder ni una milésima. No soporto esos anuncios de YouTube en los que te dice podrá omitir el anuncio en... ¡siempre estoy deseando quitarlo! Y tampoco soporto esperar sentada más de 5 minutos. En definitiva soy una impaciente en cuanto al tiempo, tengo 17 años y me quiero comer el mundo cuanto antes.

1 de enero de 2011. 12 gajos de mandarina, un brindis por la salud (el dinero es secundario), unas cuantas copas de alcohol (unas cuantas muchas), tacones, vestido, maquillaje que acabara desapareciendo y muchas muchas risas.
Todo ha pasado muy rápido desde el buen comienzo de año esa noche de febrero que ha desencadenado en una buena amistad hasta hoy, 22 de Diciembre.

6 meses.
Medio año desde que ese primer beso se produjo, medio año siendo FELIZ, medio año contando los segundos que quedan para estar unos minutos juntos, medio año sin discutir ni una sola vez, medio año sientiendo sensaciones indescriptibles, medio año intentando hacerme cosquillas y preguntándome que si soy humana, medio año pidiéndonos perdón por cosas que todavía ni han sucedido y regañándonos al dar las gracias, medio año estando e-n-a-m-o-r-a-d-a como una completa imbécil y 10 días para que ese medio año sea verdadero.

Porque 17 años son muchas personas, porque 2011 han sido muchas decepciones y demasiadas alegrías que las eclipsaban, porque 6 meses son muchos besos y porque un puente contigo puede ser los días más felices de mi vida y porque un te quiero significa demasiado.


Este ha sido mi año. Este ha sido el inicio de mi vida. Esta es mi vida.
Te quiero.

4 de diciembre de 2011

Siempre y cuando tú no llores.

Se suponía que la tercera parte de la saga era la que desvelaba el secreto de la felicidad, pero resulta que no existe.

Vives en una continúa mentira en la que hay algunos que maduramos a base de golpes, otros que maduran por su propia personalidad y otros que siemplemente, no maduran nunca.
Siempre he dicho, admitido y reafirmado una cosa: ODIO los hospitales.
Son fríos, tristes, no hay muchas sonrisas y huelen a medicamento... aunque por contrapartida también se respira esperanza de salir de allí cuanto antes.

Admites la realidad poco a poco y te aguantas el bombardeo de lágrimas que se asoman por tus ojos, te tiene que ver fuerte sino ¿cómo va a salir de ahí?
Contar la mayor sarta de cotilleos y tontunas que puedes imaginar, hacer planes que para realizarlos necesitaríamos 7 vidas +2 (por si acaso surgen más por el camino), pensar la ropa que nos vamos a poner durante los próximos...¿12 meses?, buscar novios no perfectos, fertectos son mucho mejor. El chico perfecto no existe, en cambio el ferpecto es aquel que tiene media personalidad de uno y la chispa del otro, el cuerpo del de allí y la sonrisa del de más allá.
En el mismo momento pensar quienes son los que de verdad han estado y están ahí.
No lo hagas, si no has estado ahí al principio no me seas de hacerlo ahora, creo que eso se llama...¿falsedad?

Decepción.

Esa es la palabra que resume todo lo que siento ahora, ganas de llorar continuas, qué narices, es llorar contínuamente sin que nadie te vea sin que nadie sepa qué es lo que en realidad pasa, ya no es el miedo al hospital, ya es todo, la gente, los lugares, las mentiras, la falta de amitad, la despreocupación...puede que te sientas identificado.


Si sientes eso...¿será que llevo razón?